Por Milton Olivo
Iniciando el paseo por el rio Ozama, apreciamos la magia de su entorno, su muelle decorado por los yates estacionado, la belleza de sus restaurantes, la magia de la ermita de los Molinos, la majestuosa desembocadura del Río Ozama, el paradisiaco entorno que representa Sans Soucí, el Faro a Colón, la intensa y alegre vida de la Avenida España, y el fascinante y colorido entorno del Acuario Nacional.
En medio del rítmico jamaqueo del oleaje, Dio Astacio me llega a la mente, y su propuesta del desarrollo del polo turístico del municipio. Y su proyecto de convertir en una industria de más de 2 mil millones anuales el pasear turistas en un tren especial los encantos de esta zona.
Trayéndolo a los visitantes de los polos turísticos. Y por supuesto acondicionando la zona para multiplicar su atractivo, refleja contar con una visión que requiere sensibilidad, iniciativa y vocación desarrollista.
Hasta la saciedad se ha afirmado que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Y el pueblo es la suma de los ciudadanos que habitan en una comunidad en particular.
En lo personal, prefiero mil veces como alcalde de mi comunidad, un pastor evangélico inteligente y creativo, acompañado de uno de los sectores más nobles de la sociedad, como es el sector evangelístico. Y con un equipo interesado en transformar el municipio y hacer de SDE una ciudad que se distinga el mundo, por su limpieza, seguridad, y nivel de reforestación urbana.
Me gusta mucho también su propuesta de gobierno municipal que incluye convertir otra área de la ciudad en un polígono comercial, y otra en polígono industrial, acondicionarlo igualmente con su señalización, acondicionamiento de sus calles, garantizando seguridad convirtiendo la Policía Municipal en herramienta útil, presente, capacitada y con la logística para estar al servicio de la comunidad.
Si usted, es de lo que ama como yo a Santo Domingo Este, y es consciente de lo que representaría para los demás municipios de la patria, que el municipio mayor, se transforme y se convierta en modelo espejo de desarrollo en base al concepto de pasar de Alcaldía a Gobierno Municipal, el deber en ser parte activa en hacer realidad esa visión.
Juntos debemos superar las complicidades de los que estafaron a la sociedad en el pasado, y con Fe proponernos construir un futuro diferente. Pero es de locos pensar que podemos construir un futuro diferente con aquellos socios responsables del fracaso del pasado.
Todos estamos obligados a mirar hacia delante. Y recordar siempre que el convertirnos en muro de sal es el castigo por mirar hacia atrás.
Si triunfamos en la transformación de Santo Domingo Este, escogiendo autoridades con auténtica visión de futuro, por el potencial de influir en los demás municipios de la patria, estaríamos sembrando causas positivas para influir de forma constructiva en el desarrollo de la patria.
Con la primera iglesia del Nuevo Mundo, su Faro a Colon, la vista de la ciudad colonial, su Marina de Sans Soucí, y el futuro sistema de transporte naval para contemplar desde el mar toda la avenida España, Santo Domingo Este es y será para vivir, una bendición de Dios.
De cada uno de nosotros depende, si a partir del 2024 mirar atrás con el más de lo mismo, o construir un nuevo futuro.