¿Existe la posibilidad de un deshielo entre las dos superpotencias?

La cumbre de seguridad más importante de Asia, se ve eclipsada por el choque entre Estados Unidos y China.

Ministros de Defensa, altos funcionarios militares, diplomáticos, analistas y fabricantes de armas se reúnen en medio de la creciente y constante tensión entre Washington y Pekín.

You might also like

Rivalidad geopolítica y límites mundiales

03/01/2025

Trump, Panamá y Roosevelt

03/01/2025

Durante la cena de grupo, se capturó una imagen significativa con un apretón de manos entre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, a pesar de que China había rechazado previamente una invitación para reunirse con Austin. Sin embargo, días antes de la cumbre, el Pentágono publicó un video que mostraba un avión de combate chino volando cerca de un avión espía estadounidense en el disputado Mar de China Meridional, lo que fue interpretado como una provocación peligrosa por parte de China.

Durante su intervención en el foro, Austin expresó preocupación por las intercepciones arriesgadas de aviones estadounidenses y aliados por parte de China y dejó claro que Estados Unidos no retrocederá ante la intimidación o la coerción. También mencionó la invasión de Ucrania por parte de Rusia como ejemplo de lo peligroso que sería el mundo si los grandes países invadieran a sus vecinos pacíficos impunemente.

Austin destacó que Estados Unidos está fortaleciendo alianzas y aumentando la coordinación y el entrenamiento con sus amigos en la región.

La respuesta de China a las declaraciones sobre Taiwán provino del teniente general Jing Jianfeng, del Ejército Popular de Liberación (EPL). Jing afirmó que solo existe una China en el mundo y que Taiwán es una parte inseparable del territorio sagrado de China. Señaló que la cuestión de Taiwán está relacionada con el interés central de China y que no hay margen para ceder o comprometerse.

 El EPL está preparado para defender firmemente la soberanía y la integridad territorial de China en cualquier momento.

 Mientras tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, mantuvo una postura firme, aunque se ha informado que la administración Biden está tratando de enfriar las relaciones y reconstruir ciertos intercambios de seguridad que se han visto afectados desde la crisis del globo espía chino que sobrevoló territorio estadounidense en febrero.

En la cumbre del G7, el presidente Joe Biden mencionó su esperanza de un «deshielo» inminente en las relaciones con China. Esto se reflejó en la reunión entre el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y Wang Yi, el principal responsable de política exterior de China, en Viena a principios de mayo.

 Además, el Financial Times informó sobre un viaje secreto a China en mayo del director de la CIA, Bill Burns, uno de los funcionarios más cercanos al presidente, quien se habría reunido con su homólogo chino y otros altos funcionarios.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, enfatizó la importancia del diálogo para evitar una ruptura total de las relaciones entre Estados Unidos y China, ya que tendría consecuencias devastadoras para el mundo.

También se abordaron otros temas en la cumbre de Singapur, como el acelerado programa armamentístico de Corea del Norte con sus pruebas constantes de misiles balísticos y la guerra en Ucrania. En este último aspecto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, pidió más apoyo para Ucrania.

«Borrell hizo hincapié en que, si se deja de apoyar al ejército ucraniano, la guerra podría terminar en un par de semanas, pero planteó la pregunta sobre cómo terminaría exactamente. Dado que la respuesta importa, es crucial seguir apoyando a Ucrania», expresó Borrell ante los representantes de países que forman parte del grupo de los «no alineados», los cuales mantienen una postura neutral con respecto a la invasión rusa, como China e Indonesia.

En el foro, el ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto, presentó un nuevo plan de paz para el conflicto. Este plan incluye un alto el fuego inmediato, la retirada de tropas de ambos lados en una distancia de 15 kilómetros y la creación de una zona de distensión en el medio. También propone el despliegue inmediato de una misión de mantenimiento de paz de la ONU y la realización de un referéndum de la ONU en los territorios ocupados.

Aunque esta propuesta es más concisa que el plan de paz presentado por China a principios de año, los analistas de seguridad presentes en Singapur consideran que la hoja de ruta propuesta por Indonesia sigue siendo inasumible tanto para Kiev como para los aliados europeos.