HISTORIA DE LA DIPLOMACIA VATICANA
El Vaticano ha estado involucrado en la diplomacia desde el siglo XV, cuando los papas comenzaron a enviar legados a los monarcas europeos para tratar asuntos políticos y religiosos de interés para ambas partes y para el mundo del momento. Durante la Edad Media, el Papa era considerado un poder político importante y su influencia se extendía por toda Europa. Sin embargo, la Reforma y la Ilustración debilitaron la posición del Papa como líder político.
En el año 1929 se produce un momento clave en el presente y futuro del Vaticano: los Pactos de Letrán. Mediante estos pactos se estableció el Estado de la Ciudad del Vaticano y reconoció su independencia política práctica respecto del Reino de Italia, en aquel momento liderado por Benito Mussolini y con el rey Victor Manuel III como jefe de estado. Desde entonces, el Vaticano ha establecido y regularizado relaciones diplomáticas con numerosos países del mundo y ha participado en una amplia gama de iniciativas internacionales para abordar los problemas sociales y políticos más urgentes del mundo en cada momento.
EL VATICANO EN EL EXTERIOR
El Vaticano mantiene relaciones diplomáticas con más de 180 países y es un actor importante en el escenario de los organismos de carácter internacional. Como parte de su misión de promover la paz y la justicia, el Vaticano mantiene relaciones estrechas entre otras organizaciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones internacionales como la OSCE, siendo estas una de las más destacadas.
Así mismo, el Vaticano también juega un papel importante en la resolución de conflictos internacionales y en la promoción de la paz y la estabilidad en todo el mundo. A menudo actúa como mediador en conflictos internacionales, brindando apoyo y asesoramiento a las partes involucradas en un esfuerzo por alcanzar un acuerdo pacífico.
Como enfoque principal, la Santa Sede se esfuerza por promover la justicia social y los derechos humanos en todo el mundo, sin importar la religión predominante en los países con los que se relaciona. A través de su red global de embajadas y representantes (normalmente Nuncios), el Vaticano trabaja para abogar por los derechos de los más vulnerables, incluyendo a las minorías, los refugiados, los desplazados internos y las víctimas de la pobreza y la opresión de todo tipo (gubernamental, religiosa, étnica o cultural).
El papel del Vaticano en la promoción de la paz y los derechos humanos también se extiende a su trabajo en el campo de la ecología y lucha contra el cambio climático. El papa Francisco ha sido un defensor vocal de la protección del medio ambiente y ha llamado a la acción global para abordar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta.
Además de su trabajo en la promoción de la paz, la justicia social y los derechos humanos, la diplomacia del Vaticano también se centra en fortalecer las relaciones entre las diferentes religiones y promover el diálogo interreligioso. La Santa Sede ha establecido relaciones estrechas con líderes religiosos de todo el mundo y ha promovido el diálogo interreligioso como un medio para alcanzar la paz y la comprensión mutua.
ASPECTOS CLAVE DE LA DIPLOMACIA VATICANA
Como forma clave de influir en la política internacional y de proteger los intereses y valores de la Iglesia Católica y sus seguidores en todo el mundo, la diplomacia del Vaticano se puede estructurar en 5 pilares fundamentales que vertebran su actividad en el exterior:
En primer lugar, las relaciones con otros estados. Mantiene relaciones diplomáticas formales con más de 180 estados y se esfuerza por fortalecer estas relaciones a través de la nominación de nuncios apostólicos y la celebración de acuerdos bilaterales. Seguido de la participación en organismos internacionales. La Santa Sede es un observador permanente en las Naciones Unidas y participa en otros organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Igualmente importante es el papel que desempeña en la resolución de conflictos. La diplomacia vaticana juega un papel importante en la promoción de la paz y la resolución de conflictos a nivel mundial, especialmente en regiones donde los católicos son una minoría y necesitan protección. Pone el foco también en la Defensa de los derechos humanos, trabajando para promover los derechos humanos y la justicia social en todo el mundo, incluidos los derechos religiosos y la libertad de culto. Por último es importante mencionar su papel en la cooperación en cuestiones sociales y culturales donde colabora con otros estados y organismos internacionales en temas sociales y culturales, como la lucha contra la pobreza y la discriminación, y la promoción de la educación y la cultura.
UN CUERPO DIPLOMÁTICO PROPIO
El cuerpo diplomático de la Santa Sede (Vaticano) está compuesto por misioneros apostólicos y nuncios, que son los representantes diplomáticos permanentes del Papa en aquellos países del exterior en los que hay representación y con los que el Vaticano tiene relaciones diplomáticas. También hay delegados y representantes especiales enviados por el Papa a nivel internacional y regional para tratar asuntos específicos. Tan solo 13 países soberanos no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Ocho de ellos son estados musulmanes: Afganistán, Arabia Saudí, Brunéi, las Comores, las Maldivas, Mauritania, Omán y Somalia. Otros cuatro son estados comunistas: China, Corea del Norte, Laos y Vietnam. Capítulo aparte están los otros estados que son Bután y Tuvalu.
Además de los misioneros apostólicos y los nuncios, el cuerpo diplomático de la Santa Sede incluye también a los diplomáticos residentes en la ciudad del Vaticano, como los embajadores acreditados ante la Santa Sede y los representantes permanentes ante las organizaciones internacionales con sede en Roma.
Así pues, el cuerpo diplomático de la Santa Sede está compuesto por una amplia gama de representantes, incluidos misioneros apostólicos, nuncios, delegados y representantes especiales, así como diplomáticos residentes en la ciudad del Vaticano.
UNA PAPEL RELEVANTE EN LAS ORGANIZACIONES DE CARACTER INTERNACIONAL
El Vaticano desempeña un papel significativo en varias organizaciones internacionales. Algunas de las esferas internacionales donde más presencia tiene son: Naciones Unidas: El Vaticano es un Estado Observador Permanente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y participa activamente en muchas de sus agencias y programas, incluyendo la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); Consejo de Europa: La Santa Sede es un Estado Observador en el Consejo de Europa, que es la organización europea más antigua dedicada a la promoción de los derechos humanos, la democracia y la paz; Unión Europea: El Vaticano mantiene relaciones formales con la Unión Europea y participa en reuniones y diálogos con representantes de la UE sobre cuestiones que afectan a ambas partes; Organización de Estados Americanos: El Vaticano es un Estado Observador en la Organización de Estados Americanos (OEA) y participa en reuniones y diálogos con representantes de los Estados miembros sobre cuestiones de interés mutuo.
LA POLÍTICA EXTERIOR DEL PAPA FRANCISCO
El Papa Francisco ha enfocado las relaciones del Vaticano hacia el exterior basada en los valores y enseñanzas de la Iglesia Católica. Conviene destacar algunos de los principales puntos de enfoque de la política exterior del Papa Francisco:
- Promoción de la paz: El Papa ha hecho un llamado constante a la paz y a la resolución pacífica de conflictos, especialmente en regiones en conflicto, y ha visitado varios países en su papel de mediador, entre los que destacan recientemente la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, ambos azotados por violencias de distinto origen.
- Activa defensa de los derechos humanos y lucha contra la pobreza: Para el Papa es fundamental la defensa de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas más marginadas y vulnerables, como los refugiados, los pobres y los afectados por la pobreza y la injusticia social en el mundo. También ha abogado por una economía más justa y equitativa y ha llamado a una acción global para combatir la pobreza y reducir las desigualdades económicas.
- Protección del medio ambiente y la naturaleza: El Papa Francisco ha denunciado la degradación ambiental y ha llamado a una acción urgente para proteger el medio ambiente y preservar los recursos naturales para las generaciones futuras, todo ello a través de documentos clave como «Laudato Si».
- Promoción del diálogo interreligioso con otras confesiones y religiones: El Papa ha promovido el diálogo interreligioso y ha abogado por la convivencia pacífica entre las diferentes religiones y culturas.
«LAUDATO SI«, UN ENFOQUE ECOLOGISTA PARA UNA POLÍTICA GLOBAL
La encíclica «Laudato Si» (Alabado seas), escrita por el Papa Francisco en 2015, es una carta pastoral en la que se aborda el tema de la protección del medio ambiente y los recursos naturales de la Tierra. El Papa hace un llamado claro a la acción para proteger el medio ambiente y abordar los problemas ambientales desde una perspectiva integrada que incluye la justicia social y la responsabilidad ética.
La encíclica se estructura en los siguientes aspectos:
- Un llamado a la acción: Acción para proteger el medio ambiente y abordar los problemas ambientales, incluido el cambio climático, la degradación ambiental y la extinción de especies.
- Una visión integrada de la ecología: Sostiene que la protección del medio ambiente y la justicia social están estrechamente vinculadas y que es necesario abordar ambas cuestiones de manera integral.
- Una responsabilidad ética: El Papa señala que todos, incluidas las personas, las comunidades, las empresas y los gobiernos, tienen una responsabilidad ética de proteger el medio ambiente y los recursos naturales.
- Un enfoque en los pobres y marginados: La encíclica destaca que los impactos negativos del cambio climático y la degradación ambiental son desproporcionadamente sentidos por las personas más pobres y marginadas.
- Una perspectiva teológica: Se basa en la teología católica y destaca la responsabilidad de los seres humanos como creadores y administradores de los recursos naturales de la Tierra.
CONCLUSIONES
Desde hace siglos el Vaticano y el Papa a través de sus representantes exteriores han buscado establecer, mantener y mejorar las relaciones diplomáticas con los países del mundo. Desde mediados del siglo XX con los procesos de descolonización, el número de países que cuentan con relaciones diplomáticas con la Santa Sede se han multiplicado y a día de hoy el Vaticano tiene presencia y relaciones consolidadas con casi todos los países del mundo, con algunas excepciones como se ha señalado anteriormente.
La política exterior vaticana se suele ver influida por el sello del Papa en cada momento y como no podía ser de otra manera, el Papa Francisco con su visión global basada en la lucha contra las desigualdades, la pobreza y un enfoque de solidaridad con los más necesitados, ha estructurado su política exterior entorno a estos pilares. En este sentido, el Papa Francisco ha enfatizado la importancia de la acción humanitaria, la protección de los derechos de los más pobres y marginados, y el diálogo interreligioso y cultural. Además, ha trabajado para fortalecer el papel de la Iglesia Católica como actor internacional y ha promovido una cultura de encuentro y diálogo entre las religiones, los pueblos y las culturas.
Extraido de Geopol21
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