Por: Emilio Ordiz
En agosto de 2021, los talibanes volvieron al poder en Afganistán después de una especie de guerra civil que acabó convirtiéndose casi en un paseo para ellos. Occidente, a contrapié, vio cómo un país que había tratado de sostener durante décadas, sobre todo a través de Estados Unidos, retornaba al punto de partida y suponía una sacudida para la política y para la diplomacia internacionales. La primera reacción fue no reconocer la legitimidad talibán, pero poco se tardó en saltar al pragmatismo. «La UE deberá hablar con los talibanes si quiere influir en Afganistán», sostuvo el Alto Representante, Josep Borrell, solo un mes después de que los fundamentalistas tomasen el mando de Afganistán.
Ahora los países se mueven entre dos aguas: hay gobiernos que insisten en la necesidad de sostener el país a través de la ayuda humanitaria, pero otros consideran que seguir surtiendo a Kabul de material es consolidarles el sistema a los talibanes. Así lo explica Júlia Codina, analista en cooperación internacional y ayuda humanitaria, a 20minutos. «En 2021, con la vuelta de los talibanes, muchos países europeos congelaron la ayuda al desarrollo, que es algo más a largo plazo, pero la ayuda humanitaria se mantuvo», cuenta y matiza que «la ayuda al desarrollo se ha visto mucho más afectada porque esto se canaliza a través de los gobiernos nacionales, y la ayuda humanitaria es mucho más directa», por ejemplo, con la labor de las ONG.
«Lo que sí ha habido es una reacción muy dispar a este dilema humanitario con algunos países. Europa no ha tenido una respuesta uniforme. Es una cuestión política. Y Estados Unidos la congeló absolutamente toda. Mientras, otros exigen ciertas condiciones al Gobierno talibán para canalizar la ayuda humanitaria», desarrolla Codina, que además da datos relevantes que muestran cómo estas decisiones, al fin y al cabo, políticas, tienen repercusiones que van más allá del reconocimiento o no de un Gobierno. «En Afganistán, antes de que los talibanes llegaran al poder, el 80% del presupuesto afgano venía de donantes exteriores. El freno a la ayuda humanitaria supone un frenazo a la economía del país», comenta.
Asimismo, hay que recordar que Afganistán llevaba bajo sanciones internacionales desde los años noventa, «por lo que este tipo de cosas lo que hacen es añadir presión», explica la analista. Al fin y al cabo, casi todo termina reduciéndose a esos niveles a una cuestión política. «Existe una teoría de que dar dinero a un Gobierno así es perpetuarlo. Es un dilema humanitario (y político) recurrente. Lo vimos en los ochenta en Etiopía. Pero si el contexto es como el de Afganistán, al final si se congela la ayuda no repercute en los dirigentes, sino en la gente de a pie«, aclara Codina.
Se llega entonces a una conclusión que resulta evidente. «El tema político es clave: uno puede ser idealista, pero hay ejemplos de otros países en los que no se tienen problemas en tener delegaciones y contactos constantes con Gobiernos que no son democráticos. Lo puedes llamar hipocresía o lo puedes llamar contexto político», sostiene. Y es que Afganistán, además, es un punto estratégico. «Hablamos de un país clave desde la Guerra Fría».
«El reconocimiento de un Estado no está ligado a cómo funcione ese Estado o a los derechos humanos. Estados Unidos tiene su embajada más grande en Egipto, por poner un ejemplo», avisa una Codina que asume también que en las crisis humanitarias «hay un proceso general que las lleva hacia la indiferencia» mediática y social. «Afganistán estuvo muy presente en los medios en su momento, pero existe un ciclo en el que las crisis tienen un ‘boom’ y después va cayendo el interés. Pero todo viene también de la importancia a nivel geoestratégico. Los países tienen intereses políticos», prosigue, y sí reconoce que ha habido «un desvío de fondos, de recursos y de atención de absolutamente todas las crisis o contextos frágiles hacia Ucrania. Ahora, no creo que Afganistán quede relegado del todo porque Rusia, China y EE UU tienen un papel que jugar en el país».
Y aquí está el otro quid de la cuestión. Pekín y Moscú no dudaron en establecer relaciones con los talibanes en cuanto estos tomaron el Gobierno. De hecho, China no tardó en calificar la formación del nuevo Ejecutivo como un «paso necesario» y anunció a los pocos meses un envío de ayuda de emergencia. Xi Jinping, de hecho, ha estado dispuesto en todo momento a ayudar a la reconstrucción del país, sustituyendo en ese papel a Estados Unidos. «Todas las partes deben intensificar el intercambio de datos de inteligencia y la cooperación en el control de fronteras, para atrapar y eliminar a grupos terroristas que se hayan infiltrado desde Afganistán», dijo también el ministro de Exteriores en su momento.
Y es que el tema de seguridad es quizás el que más ha acercado a Pekín a los talibanes, pero China lleva un año tratando de implementar en Afganistán la misma estrategia que ha desarrollado en otros países: genera una dependencia de ese Estado sobre Pekín a través de la ayuda económica. Al fin y al cabo, el Gobierno talibán está generando una importante deuda con el gigante asiático. China, en un escenario global tan complejo, no quiere sustos y apuesta firmemente por la nueva ruta de la seda. Afganistán entra dentro de sus planes y parece importar poco quién esté en el poder.
Algo similar pasa con Rusia. De hecho, el Kremlin tardó solo unas semanas en recibir a los talibanes en Moscú y el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, pidió a la comunidad internacional que ayudara a la reconstrucción de Kabul. A cambio, un año después el Gobierno talibán se ha mantenido completamente equidistante en cuanto a la invasión rusa de Ucrania. Rusia, como China, simplemente busca llenar el espacio estratégico que ha dejado vacío Washington.
Putin, desde otro punto de vista, ha ayudado a los talibanes de manera indirecta: que la atención global se centre ahora en Ucrania permite al Ejecutivo afgano dejar de parecer lo que no es. Las vulneraciones de derechos humanos, los ataques contra las mujeres y las niñas y las persecuciones constantes ya no tiene por qué hacerse de espaldas al mundo. Porque ya casi nadie mira.
A nivel geopolítico, Álvaro de Argüelles, analista en El Orden Mundial, sostiene que Afganistán «necesita una gran potencia que la apadrine en la medida en la que EE UU con las sanciones ha provocado que los talibanes queden dependientes de Moscú o de Pekín«. Necesitan, al fin y al cabo, «que les den material humanitario para tener el país bajo control». El proceso diplomático, en cuanto al posicionamiento que pretenden los talibanes a nivel de embajadas, está siendo muy lento porque el Gobierno no tiene ‘personal’. No hay grandes acontecimientos. Ha pasado un año, pero el cambio es costoso.
«China y Rusia por otro lado ven reconocido su estatus de superpotencias. Que se vea que son capaces de proponer un orden global alternativo en el que los valores de Estados Unidos no tienen tanta relevancia. Los sustituyen por otros que se miden en términos de comercio y diplomacia», desarrolla Argüelles, que ve una necesidad también por parte de ambos. «A los dos países les interesa la estabilidad de Asia Central, sobre todo a Rusia, que ya viene de una experiencia previa. Para estabilizar Afganistán ven que no hay otra que mediar con los talibanes«.
Pero pensando en el futuro hay también interés económico. «Desde lo más básico como podría ser la exportación de productos a otras cosas de largo plazo como inversión en infraestructura, minería o recursos que tiene Afganistán y que están ahora mismo sin explotar», prosigue el analista. El esquema es una mezcla de poder blando con diplomacia y comercio, pero añadiendo el plus de la seguridad. «China quiere contrapartidas por ayudar a los talibanes, como por ejemplo con el tema de los uigures -comparten frontera en esa zona-. Para Pekín este es un tema de seguridad nacional. Estos planes le funcionan siempre bien a China, mucho más que a Rusia, que ahora está centrada en Ucrania», termina.
El resurgir de la OTAN
La crisis de Afganistán también supuso un golpe duro para la razón de ser y la idiosincrasia de la Alianza Atlántica. Estados Unidos, líder de facto de la OTAN, salió del país sin haber conseguido apenas avances a nivel social, económico o político. Todo volvió a la casilla de salida. Biden vio tocado el liderazgo de su país y la UE, en cierto modo, despertó de su letargo. Tras completar las evacuaciones, el alto representante Josep Borrell lanzó -en septiembre de 2021- su propuesta de crear una fuerza de acción rápida europea para hacer frente a situaciones como las vividas en Afganistán tras la llegada de los talibanes al poder. El objetivo, dijo, es poder «actuar» con más autonomía «donde y cuando sea necesario».
La unidad contaría con unos 5.000 efectivos y supondría un avance para que la UE, en palabras del propio Borrell, deje de ser «súbdito» de Estados Unidos. El apego a la OTAN es un freno para la Unión, o al menos así lo entiende el jefe de la diplomacia. El paso de los meses y la llegada de la guerra en Ucrania ha confirmado esa voluntad, pero también ha terminado por reforzar a una Alianza que, según Macron, en 2019 estaba «en muerte cerebral» y que en Kabul vio cercana su disolución, al menos desde el punto de vista práctico. Un año después todo ha cambiado y los talibanes siguen con su plan ante la mirada atenta de Moscú y Pekín, pero quizás solo de ellos.
Fuente: 20minutos.es
Hello! I know this is somewhat off topic but I was wondering which blog platform
are you using for this website? I’m getting sick and tired
of WordPress because I’ve had problems with hackers and I’m looking at options
for another platform. I would be great if you could point me in the direction of a good platform.
Residents have more than 30 retail casinos to decide on from in the
state.
Here is my web page Powerful
Caesars and Lippo will spend a total of $two.1 billion more
than nine years to develop the house.
Also visit my site 카지노친구
With the market wide open, some of the most thrivinbg providers will be licking their lips at the opportunities
in The Constitution State.
My blog – Browse Around this site
The Boston-primarily based juggernaut supplied to pay
51% of its mobile sports wagering revenues to the state for getting awarded a monopoly.
My web site :: 카지노친구
Promoting via social networks has become a vital part of every promotional approach.
In today’s internet era, ignoring the power of platforms
like Twitter, Instagram, Facebook, and Pinterest. These
social networks provide unprecedented opportunities
to connect to a global audience.
1. Creating a Robust Profile
To succeed in social media marketing, companies should primarily establish a strong foundation on the appropriate platforms.
This includes creating high-quality pages that highlight the company’s values and
message.
Coherent brand imagery, including logos, color schemes, and
tone, is essential. It helps in building familiarity and trust
among followers.
2. The Power of Content
Producing valuable material is central to social media marketing.
The content must be pertinent to the audience’s interests and
provide benefit.
This can include educational posts, humorous clips, and attractive graphics.
Consistent content creation ensures the community active and encourages interaction.
3. Leveraging Influencers
Collaborations with influencers has attained notable
popularity in recent years. Influencers enjoy engaged followings that trust their recommendations.
By partnering with appropriate influencers, businesses
can access new followers and enhance their trustworthiness.
It’s essential to select influencers who align with the company’s mission and demographic.
4. Utilizing Analytics
Social media platforms provide a abundance of metrics that can be leveraged to optimize campaigns.
Analyzing interaction metrics, audience size, and customer actions enables companies to comprehend what is
effective and what isn’t.
This data can direct upcoming campaigns, ensuring actions are strategically aligned and efficient.
5. Investing in Ads
While organic reach is beneficial, investing in paid ads can greatly increase visibility on social media.
Sites including Facebook, Instagram, and LinkedIn give multiple advertising options that fit different budgets and goals.
These ads can focus considering age groups, locations, and user
behavior, guaranteeing they are seen by the intended viewers.
6. Building Relationships
Active communication is essential to establishing a loyal audience on social media.
Interacting with messages, appreciating shares,
and joining dialogues contributes to create robust
connections with followers.
This adds a personal touch to the brand and encourages a feeling of belonging, creating stronger brand advocacy.
Conclusion
Marketing through social networks is a dynamic journey that requires dedication, creativity, and
detailed preparation. By focusing on creating a solid foundation, producing engaging content, collaborating with key figures,
monitoring performance, investing in paid ads, and fostering community, brands
can reach noteworthy growth in the dynamic world of social
media marketing.
SugarHouse now runs legal casino web-sites in each New Jersey and
Pennsylvania.
my web page Comfortable
At the identical time, players may well transfer income to and
from their gambling accounts at no time.
Here is my blog – Innovative