Por Milton Olivo
Desde Pedro Santana en 1844, hasta la llegada del gobierno de Luis Abinader, a ningún presidente, ni partido le había interesado establecer la existencia de un sistema de justicia honrado y funcional. Sino que responda al poder político establecido.
Lo que se ha traducido históricamente, en un sistema de arbitrariedades, tráfico de influencias, corrupción, nepotismo, y abuso de autoridad.
Tantos los de arriba como los de abajo han sido víctima de esta situación. Y en ese marco han tenido que maniobrar para ser lo menos victimas posible, o tratar de medrar a pesar de.
Y todos, tanto los de arriba como los de abajo, han buscado beneficiarse, como luchado contra ese Estado monstruo saturado de injusticia, establecido desde la llegada de Cristóbal Colón. Ambos grupos han sido protagonistas en las diversas luchas sociales, como en la eliminación de los tiranos.
Teniendo claro esto, es absurdo culpar a ninguna clase social de los males del presente. Sino buscar el camino de la unidad, para juntos, resolver la raíz del problema, que es la ausencia de un sistema de justicia honrado. Con Procurador independiente, jueves vitalicios y Jurados en la justicia para los casos penales. Y una entidad especie de FBI, que investigue el accionar de estos funcionarios. Y la masiva creación de riqueza y empleos.
Se trata de retomar el proyecto Trinitario de patria. Y establecer el imperio de la ley. Y que violar la ley, es traicionar el interés social, y por ende quienes sean hallados responsables, sufran el debido castigo.
No es posible que estemos siendo invadidos por los haitianos, y que existan sectores que por beneficiarse de esto, sean indiferentes. Si son necesarios para algunos sectores, que legalmente se establezcan cuantos, y esos son visados, y cuando no sean necesarios, sean repatriados. Pero con orden y cumpliendo las leyes migratorias. Y las que falten crearlas.
Este es el hogar de los dominicanos. Y no podemos correr el riesgo de poner en riesgo nuestro territorio a las generaciones del presente y las por-venir. Encarnar el debido nacionalismo, es positivo para todos. Y asumir como proyecto nacional, hacer realidad una QUISQUEYA POTENCIA también.
Entendiendo que el camino es construir las agroindustrias necesarias para estar en capacidad de procesar nuestra producción agropecuaria y convertirla en productos no perecederos y exportables. Construir las industrias necesarias para sustituir importaciones. Desarrollar nuevos sectores productivos, desarrollar las potencialidades de Mar, y desarrollar un poderoso sector industrial 4.0
