Por: Milton Olivo
El gran obstáculo para el desarrollo económico de la R.D. está en que su poderosa burguesía tradicional es importadora.
Y el dilema para erradicar el desempleo internamente está en conseguir que el país, de forma creciente produzca localmente lo que actualmente importa.
En la medida que se instalan industrias, se crean empleos, pero en esa medida se afecta el negocio de importaciones de la poderosa burguesía tradicional.
Y esta que hace mucho tiempo, descubrió el negocio de invertir en políticas, para hacerse de las instituciones claves, lo que le permite bloquear toda iniciativa tendente al desarrollo de la producción nacional.
Y si no se desarrollan las industrias nacionales, no se crean los empleos que demanda la sociedad. Ni se puede elevar el nivel de riqueza de la sociedad, y por tanto el nivel de bienestar.
Y todo se trata de comodidad, de la poderosa burguesía nacional mantenerse en su área de confort, mantener los niveles de beneficios de sus negocios de importaciones tradicionales. Cuyos excedentes le han servido para comprar bancos, medios de comunicaciones, etc.
Enfrentar esa cultura, tratando de desarrollar un tejido industrial nacional, le creó poderoso enemigos de esa poderosa burguesía nacional al General Trujillo, enemistades que terminó costándole la vida.
De manera que nuestra miseria es causada por un conflicto de intereses. Donde la base del pueblo viene siendo sacrificada por los intereses de esa burguesía establecida.
Pido a Dios el milagro, para que toque el corazón de esos grupos económicos importadores tradicionales, para inclinar su voluntad a ser parte de un proyecto patriótico de desarrollo nacional.
A corto plazo, si sustituimos importaciones por producción nacional, ellos perderán dinero, pero a mediano y largo plazo ganaran mucho más, con todas las industrias que se desarrollaran.
Además, vivirán en una nación más próspera, más pacífica, más evolucionada y de más felicidad.
Claro, eso no les hace falta, pues lo tienen todo. Pero le será de gran satisfacción, y de bendiciones del todopoderoso, al ayudar a sus hermanos, conciudadanos y hermanos en Cristo, a vivir mejor.
Lo que de seguro, hará caer sobre ellos y sus familias un torrente de bendiciones, que de seguro, se manifestaran en más felicidad, más salud y más beneficios.