Desde las explosiones y ataques de la semana pasada en el autoproclamado estado de Transnistria, los residentes de las ciudades fronterizas han estado preocupados. En Serpeni, en la margen derecha del río Dniéster, las familias se reunieron el domingo para celebrar una fiesta religiosa.
El sacerdote pasea con un hisopo entre los pasillos, los niños juegan entre los sepulcros de tierra en los que las familias han depositado ofrendas. Este año, con la guerra, la Semana Santa tiene un sabor particular. “¿La situación va a empeorar? ¿Está Moldavia en peligro? mal, dice.
Su colega Raissa Mihalas, que solía enseñar francés, está más preocupada. «Ya tuvimos una guerra en 1992 (…) pero no nos vamos a ir», dice.
«Elige con quién queremos vivir«
La confianza prevalece entre los jóvenes. “Mientras no tengamos información clara de las autoridades de que existe un peligro concreto, simplemente nos mantenemos alerta. De alguna manera te acostumbras y esperas en lugar de entrar en pánico”, dice Cristina Luca, una de las pocas personas que aún vive en el pueblo.
La joven explica que siente compasión por sus vecinos de Transnistria, personas que, según ella, están desgarradas, infelices, víctimas de un poder autoritario y que no deciden su propio destino. La semana pasada, muchas personas del estado separatista cruzaron los puestos de control hacia la República de Moldavia.
Desde la desintegración de la Unión Soviética, Moldavia tiene un estatus de neutralidad consagrado en su constitución. Sin embargo, aunque no está considerando unirse a la OTAN, ha firmado una solicitud formal para unirse a la Unión Europea. “Tenemos el derecho inalienable de elegir con quién queremos vivir”, dice Veaceslav Plamadeala, miembro del Partido Liberal Democrático de Moldavia y alcalde de la ciudad de Puhaceni, en la frontera con Transnistria.
«La neutralidad es neutralidad militar. Al mismo tiempo, tenemos el derecho inalienable de elegir con quién queremos vivir, a quién queremos acercarnos. Y cuando se trata de Transnistria, todo el mundo, incluida Rusia, reconoce que la integridad territorial de la República de Moldavia incluye Transnistria, y estoy 100% convencido de que nuestra pertenencia a la Unión Europea y la reunificación de Moldavia y Rumanía -me refiero a una reunificación política que debería tener lugar- fortalecerá nuestra capacidad de defensa e intervendrá en situaciones de extremo peligro, como es el caso de Ucrania”, sostiene.
“Transnistria es una región donde se habla ruso y ucraniano, pero también rumano en su dialecto local. Nuestra idea es que Transnistria es una parte integral de la República de Moldavia, y que la República de Moldavia es una parte integral de la Unión Europea y una Rumanía más grande, por así decirlo», añade.
Por: RFI