Por: RFI
Un informe conjunto de Amnistía Internacional y Human Rights Watch dice que los civiles de la región de Tigray en Etiopía han sido objeto de una campaña de limpieza étnica y abusos que parecen constituir crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Una zona que ha sido escenario de un conflicto entre rebeldes y tropas gubernamentales desde noviembre de 2020.
Esta campaña se realizó con el consentimiento y posible participación de las fuerzas federales etíopes, señalan Amnistía Internacional (AI) y HRW, quienes denuncian la inacción del gobierno de Addis Abeba.
AI y HRW interrogaron a más de 400 víctimas y testigos y documentaron, por ejemplo, la ejecución de unas 60 personas, así como abusos sexuales contra mujeres de Tigray.
La guerra estalló hace 17 meses en Tigray después de que el primer ministro Abiy Ahmed enviara tropas para expulsar a las autoridades del TPLF (Frente de Liberación del Pueblo Tigre), el antiguo partido gobernante que desafió su poder y al que Addis Abeba acusó de orquestar ataques contra bases militares del ejército.
Las fuerzas federales y de Amhara se apoderaron del oeste de Tigray, que pasó a estar bajo una nueva administración. Esta vasta zona fértil, situada entre el río Tekezé y la frontera con Sudán, ha sido disputada durante décadas por amhara y los tigray, dos de las etnias más importantes de Etiopía.
En marzo de 2021, Estados Unidos denunció «actos de limpieza étnica» llevados a cabo por las fuerzas de Amhara en el oeste de Tigray.
El conflicto ha provocado una grave crisis humanitaria en el norte de Etiopía, donde más de nueve millones de personas necesitan ayuda alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
“Quizás los crímenes de guerra que se están cometiendo en Ucrania y que nos tienen ‘pegados’ a la información pueden ser la puerta de entrada para que nos conmovamos ante otras graves violaciones de derechos humanos que también tienen lugar fuera de Europa. Ojalá la atención de los medios, tan importante para otras poblaciones civiles que sufren crímenes de lesa humanidad, y que esta acción se traduzca en presión para que estos abusos cesen y sean investigados”, dijo a RFI Olatz Cacho, vocero de Amnistía Internacional.
Por su parte, el gobierno regional de Amhara, Gizachew Muluneh, calificó estas conclusiones de «calificando el informe de «irresponsable y sesgado».
El gobierno etíope declaró el 24 de marzo una «tregua humanitaria» aceptada por los rebeldes, con la condición de que la ayuda humanitaria llegue a Tigray. Un primer convoy pudo llegar a la región el viernes de la semana pasada.
Con: AFP
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