Por: Maria Piña
El presidente boliviano, Luis Arce, desempolvó el viejo conflicto marítimo entre su país y Chile y condicionó la reanudación de las relaciones entre los vecinos a alcanzar una solución.
«El restablecimiento de relaciones diplomáticas sólo puede darse en el marco de la solución del tema marítimo pendiente», dijo el izquierdista Arce en un acto por el Día del Mar.
Esta fecha nacional conmemora la pérdida del litoral boliviano a manos de Chile tras la Guerra del Pacífico (1879-1884).
“El derecho de Bolivia al mar es un derecho inalienable e imprescriptible sobre el territorio que le da acceso al Océano Pacífico”, agregó Arce, citando un artículo de la constitución de su país.
Con estas declaraciones, el presidente boliviano desempolvó esta vieja disputa entre Bolivia y Chile, países que rompieron relaciones diplomáticas en 1978, y llamó la atención de su homólogo, el recién electo Gabriel Boric.
El nuevo presidente se reunió con Arce poco después de asumir el cargo y aseguró que «es absurdo que dos países vecinos con una historia común en América Latina no tengan relaciones diplomáticas por tanto tiempo».
Pero subrayó que «Chile no negocia su soberanía».
“Si la única discusión con Bolivia es sobre soberanía, no llegaremos a ningún lado porque tenemos posiciones diferentes. Sin embargo, tenemos muchos puntos donde podemos llegar a acuerdos”, concluyó Boric.
Luego de años de intentos de resolver bilateralmente la disputa marítima, Bolivia demandó a Chile en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para obligarlo a negociar una salida al mar.
Pero la CIJ desestimó la solicitud de Bolivia en 2018 basándose en supuestas promesas hechas por diferentes gobiernos chilenos durante las negociaciones a lo largo del siglo XX.
Cada año, el gobierno boliviano recuerda la pérdida de 120.000 km2 de territorio y 400 km de costa con una ceremonia en honor a sus héroes caídos.
Bolivia cuenta incluso con un símbolo patrio en referencia al histórico conflicto: la Bandera Reclamo Marítimo, que combina un fondo azul marino con la bandera nacional y la ‘wiphala’ de los pueblos originarios.
Fuente: RFI