Por: Daniel Blumenthal
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hizo declaraciones ante el Parlamento israelí el domingo en las que comparó la invasión rusa con el Holocausto. Un discurso que causó polémica y volvió a poner sobre la mesa el ambiguo papel que juega Israel frente a Rusia.
A los israelíes no les gusta que otros utilicen el Holocausto para comparar desgracias nacionales y existenciales. En el discurso pronunciado el domingo 21 de marzo por Volodimir Zelensky vía Zoom ante la Knesset (el Parlamento israelí), el presidente ucraniano comparó las penurias de los dos pueblos, evocando sus raíces judías, y criticó a Israel por no alinearse abiertamente con Ucrania contra quienes quieren aniquilarla.
Horas más tarde, en un mensaje más personal, Zelensky agradeció al primer ministro israelí, Naftali Bennett, sus continuos esfuerzos para negociar una solución pacífica a la guerra.
Israel envió recientemente un hospital de campaña, que ya ha sido instalado en territorio ucraniano y ofrece asistencia civil. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los países occidentales, nunca se alineó frente al Kremlin.
La razón principal es la presencia rusa en Siria. Moscú controla el espacio aéreo en el país vecino y enemigo de Israel y la fuerza aérea israelí es muy activa en ese mismo espacio aéreo, atacando los convoyes de armas que Irán envía a Hezbolá en el Líbano, a través de Siria. Operaciones realizadas con la complicidad silenciosa de Moscú.
La política de Israel de respeto-sospecha hacia Rusia es lo que le permite ser uno de los canales más efectivos para las negociaciones. El lunes 21 de marzo, pocas horas después de su discurso ante la Knesset, Zelensky publicó un video en el que matizó sus declaraciones afirmando que “entiende” los intereses israelíes y la necesidad de proteger a su población.
Fuente: RFI