Félix Arteaga del Real Instituto Elcano e Ignacio Álvarez Osorio, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, evocan la situación en Siria en el 11º aniversario de la guerra que ha dejado a la población en una situación caótica.
Siria tiene 14 millones de civiles necesitados de ayuda humanitaria y 12 millones de desplazados, de los cuales más de seis millones están fuera del país, según Naciones Unidas. Pero, ¿cómo es la situación hoy para los sirios que todavía están en el país, los que no pudieron escapar?
«Viven en una situación de extrema dificultad a la que hay que sumar la sequía, los malos servicios públicos, la caída de la producción, entre otros. La apariencia de paz encubre realmente un empobrecimiento del país», dijo Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano de Madrid.
“La situación en Siria es completamente catastrófica”, confirma Ignacio Álvarez Osorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid.
“Siria es un país devastado. Aproximadamente la mitad de la infraestructura ha sido golpeada o dañada durante la guerra. Ha habido un éxodo terrible. Muchos sirios se han convertido en refugiados en países vecinos o en Europa, especialmente en los países nórdicos y principalmente en Alemania. Muchos otros se han convertido en desplazados internos. La crisis económica y el impacto de la pandemia también han tenido un efecto directo. La pobreza ha crecido exponencialmente hasta afectar a casi el 90% de la población”, añade Álvarez Osorio.
El gobierno sirio no controla todo el país, ya que todavía hay presencia en el noreste de las Fuerzas Democráticas Sirias y grupos armados anti-Damasco en el noroeste. Daech no ha tenido ningún control territorial desde 2019.
La guerra ha causado cerca de 350.000 muertos y ha dejado al país en una situación económica muy difícil. La producción petrolera y el turismo, entre otros, se han derrumbado. ¿Cómo vive la población esta situación?
“La población adopta formas de vida heterodoxas, como recurrir al mercado negro, al contrabando, a formas ilegales de ganarse la vida. También recurren a la ayuda de organismos multilaterales y a las ayudas que cada país destina en su zona de influencia. El éxodo masivo y la reducción de los servicios públicos reducen el peso en los presupuestos del gasto social, con lo cual el endeudamiento del país es menos necesario, los gastos son menos importantes. En resumen, sobrevives como en una economía de guerra”.
En este momento, la reconstrucción o la recuperación económica parece muy lejana, explica Ignacio Álvarez Osorio.
“El PIB de Siria se ha reducido enormemente en los últimos once años en alrededor de un 20%. No se vislumbra una recuperación a corto o medio plazo porque depende de la reconstrucción del país y está claro que ni Irán ni Rusia tienen los recursos suficientes para asumir solos esta enorme tarea. La reconstrucción podría ascender a 500.000 millones de dólares, según distintas estimaciones. Por tanto, la crisis que viven estos dos países, acentuada por las sanciones impuestas a Rusia en las últimas semanas, hace inviable que estos dos países jueguen un papel protagonista en la reconstrucción del país.
Por RFI