Por: Luis Gonzalez
El RCEP representa el 30% de la economía mundial, donde se ubican 3 de las 7 principales economías del mundo (China, Japón e Indonesia), medido por el Producto Interno Bruto (PIB) en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que se refuerza por 3 de los 5 principales países exportadores del mundo (China, Japón y Corea del Sur).
Con China a la cabeza, el 15 de noviembre de 2020 se firmó el mayor acuerdo de libre comercio e integración del planeta.
La Asociación Económica Integral Regional (RCEP) reúne a los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Singapur, Malasia, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Laos, Camboya, Brunei y Myanmar, así como a los de Asia Oriental: China, Japón y Corea del Sur; así como las potencias de Oceanía: Australia y Nueva Zelanda.
El RCEP representa el 30% de la economía mundial, donde se ubican 3 de las 7 principales economías del mundo (China, Japón e Indonesia), medido por el Producto Interno Bruto (PIB) en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que se refuerza por 3 de los 5 principales países exportadores del mundo (China, Japón y Corea del Sur). Además, no solo por el papel de China, sino por otros como Vietnam, Indonesia. La RCEP es sin duda la fábrica del mundo.
En este acuerdo participa el 30% de la población mundial, con tres de las naciones más pobladas (China, Indonesia y Japón), y alrededor de 2.200 millones de consumidores. También están 3 de los 15 países más grandes del mundo (China, Australia e Indonesia).
Para su entrada en vigor, la RCEP propuso que sea ratificada por al menos seis miembros de la ASEAN y tres de sus socios externos, lo que fue más que logrado, por lo que acaba de entrar en vigor el 1 de enero de 2022.
Entre sus objetivos se encuentran la reducción de los aranceles comerciales, el fortalecimiento de los encadenamientos productivos basados en reglas comunes en materia de información sobre el origen de los productos, así como la sistematización de las normas que regulan el comercio electrónico. Además, se propone la reducción de más del 90% de sus tarifas en 20 años, que recién comienza.
La República Dominicana tiene relaciones diplomáticas con todos estos países, con embajadas permanentes en las tres naciones de Asia oriental: China, Japón y Corea del Sur.
Hasta hace poco no teníamos presencia en ninguno de los 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), ni en los dos de Oceanía. Sin embargo, recientemente, abrimos una embajada en Vietnam, donde el presidente nombró al académico e intelectual Jaime Rodríguez, ¡a quien felicitamos! Sin embargo, entendemos que aún falta presencia en esa decisiva región del planeta.
Mi recomendación es que República Dominicana refuerce sus lazos con China, Japón y Corea del Sur, pero también abra una embajada en otro de los países del sudeste asiático (Indonesia, Malasia o Singapur), y desde allí cubra a todos los demás. De la misma forma, se debe establecer otra embajada en Australia y desde allí cubrir Nueva Zelanda y los demás países de Oceanía.
Hace tiempo que vengo advirtiendo que nos dirigimos a la “era de Asia-Pacífico” y, por lo tanto, debemos mirar más hacia esa región. Esto, sin dejar de lado las tradicionales e históricas relaciones con EE.UU., Europa, América Latina y el Caribe, así como descubrir el potencial de África. ¡Avance!