Por: Lucia Valentina
Moscú y Minsk realizarán ejercicios militares conjuntos en la frontera con Ucrania, Lituania y Polonia durante diez días. El Kremlin asegura que los 30.000 soldados rusos desplegados en la zona serán repatriados más tarde, pero Kiev teme que Moscú los deje en la zona, constituyendo una amenaza perenne para sus fronteras.
Las maniobras conjuntas comenzarán efectivamente mañana jueves. Armamento ruso de largo alcance como baterías de misiles antiaéreos S-400 y cazas Su-35 de cuarta generación han estado llegando en los últimos días a Bielorrusia, acompañando a los 30.000 soldados desplegados por Moscú.
Oficialmente, el Kremlin asegura que todos serán repatriados dentro de diez días, cuando finalicen oficialmente las maniobras del Estado de la Unión, la entidad supranacional creada entre Rusia y Bielorrusia. «Nadie ha dicho nunca que las fuerzas rusas permanecerán en territorio bielorruso», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «Estos son ejercicios conjuntos y, por supuesto, esto supone que las tropas regresarán a sus bases al final de estos ejercicios», agregó.
Sin embargo, más al sur, seis buques de guerra rusos abandonan el Mediterráneo rumbo al Mar Negro como parte de las maniobras marítimas anunciadas el mes pasado, una zona de tensión porque limita con Ucrania, Rusia, la península de Crimea anexada y varios países de la OTAN.
Desde Ucrania, estos ejercicios son vistos como una amenaza más para su territorio y por eso Kiev ha decidido organizar sus propias maniobras militares en las mismas fechas.
Los soldados rusos y bielorrusos se entrenarán en dos puntos: a lo largo de la frontera con Ucrania y en la frontera occidental de Bielorrusia, cerca de Lituania y Polonia. Estas ex repúblicas comunistas son miembros de la OTAN, lo que para el Kremlin es una aberración y una gran amenaza a su seguridad y soberanía.
Fuente:rif